Emanuel Galetto, coordinador de conservación en el parque, comparte detalles fascinantes sobre el uso de esta tecnología: “Las cámaras se activan con sensores de movimiento, y se puede configurar la cantidad de fotos o el tiempo de grabación de video, optimizando el uso de la batería y la memoria.” Emanuel agrega que “Son una ventana indiscreta a la intimidad de la vida silvestre; nos han brindado datos de mucha calidad e importancia.”

Hay treinta cámaras trampa de Parque Patagonia que no descansan desde 2018: están activas desde el inicio del proyecto. Y es que se trata de una tecnología elemental a la hora de implementar el arranque de cualquier proyecto de conservación. El equipo de Emanuel las desplegó estratégicamente para conocer la zona de los cañadones Pinturas y Caracoles, identificar especies de fauna y flora y revelar patrones de movimiento.

El proyecto, apoyado por Freyja Foundation, creció a lo largo del tiempo y hoy son unas cien cámaras distribuidas a lo largo y ancho —y profundo— del parque. “Las movemos según la necesidad que tenemos de ver ciertas especies”, explica Emanuel. Las ubicaciones abarcan desde juncales para observar a la gallineta chica hasta cañadones para registrar al puma, el más esquivo de todos.

La atención se centra en las especies clave, que tienen un impacto mayor en la salud de la estepa. En el caso del puma, las cámaras se ubican en pasos o senderos. “Buscamos sitios donde se estén desplazando en los cañadones. Cuando necesitamos evaluar la interacción de pumas con carroñeros, ponemos cámaras trampa en las carcasas que encontramos”.

Por otro lado, con los chinchillones y coipos la tarea es desentrañar su distribución, desplazamiento y actividad. “Si queremos ver si los chinchillones tienen crías, colocamos cámaras trampas en los paredones y grietas”. Las cámaras “bien colocadas” capturan momentos únicos, desde el nacimiento de crías hasta la interacción de las madres con sus cachorros.

Emanuel admite que encontrar los lugares perfectos para las cámaras puede ser un desafío arduo: “Es como una danza, en la que buscamos los lugares donde pensamos que vamos a capturar escenas importantes que nos ayuden a pensar ideas para conservarlas”.

Los resultados de esta tecnología aplicada a la conservación son significativos: en todo el mundo han hecho grandes aportes a la conservación de la vida silvestre.