De Misiones a la estepa: la ruta de Fabián para cuidar la fauna
Desde la estación biológica El Unco, Fabián Oswald se encarga de la logística del traslado de animales silvestres. Su trabajo sostiene, lejos del foco, los operativos de conservación de fauna en la estepa patagónica.
En la estación biológica El Unco, las jornadas empiezan con el mate humeando, la lista de materiales repasada una y otra vez, y la logística funcionando como un engranaje silencioso que hace posible lo que parece imposible. Desde ese lugar se organizan los operativos que devuelven animales silvestres a territorios donde ya no estaban. Capturas, traslados de miles de kilómetros, encierros diseñados a medida. Todo eso necesita ciencia, sí, pero también tornillos, planos, correas, madera, soga. Y gente como Fabián.
“Trabajo en la Estación Biológica de Parque Patagonia, ubicada sobre el margen del Cañadón Caracoles. Mi rol es brindar apoyo logístico y operacional al equipo de conservación”, explica Fabián Oswald. Su tarea —y la del grupo que coordina— abarca desde el mantenimiento de la infraestructura y la provisión de insumos, hasta el diseño y la construcción de corrales, trampas y cajas de transporte adaptadas a cada especie.

“Antes de empezar en esta área pensaba que la conservación era solo para biólogos, guardaparques o gente con carreras afines. Pero me di cuenta de que todos podemos y debemos hacer conservación”.
El equipo que conforma El Unco es tan diverso como necesario. Ahí conviven biólogos, veterinarios, comunicadores, técnicos, logísticos. Cada uno aporta desde su lugar con un objetivo común, el de crear áreas protegidas donde las especies puedan vivir con sus ciclos completos.

Diseñar con las especies en mente
Cuando un operativo involucra fauna silvestre. Cada animal necesita una estructura específica que permita garantizar su bienestar, reducir el estrés y facilitar un traslado exitoso. Fabián lo resume con claridad: “Debemos escuchar y entender las necesidades de cada especie, las dificultades del terreno donde se va a trabajar y la comodidad de las personas que realizan la tarea”.
Así, por ejemplo, se diseñó un tráiler especial para guanacos, capaz de transportar grupos familiares completos con espacio para moverse y la posibilidad de intervenir individualmente si es necesario. En el caso de los choiques, se utilizan cajas individuales. Para chinchillones y coipos, se desarrollaron cajas cómodas, seguras y fáciles de trasladar. Nada queda librado al azar.
“Cada especie tiene requerimientos distintos: sociales, de comportamiento, de época reproductiva. Y eso nos guía. Buscamos siempre hacer el manejo lo más rápido y respetuoso posible”, explica Fabián.

“Cada especie tiene requerimientos distintos: sociales, de comportamiento, de época reproductiva. Y eso nos guía. Buscamos siempre hacer el manejo lo más rápido y respetuoso posible”, explica Fabián.

Identidad, territorio y futuro
Aunque nació en Misiones, Fabián vive hace años en Perito Moreno junto a su familia. En Santa Cruz encontró su lugar, y también un propósito. “Nunca imaginé que iba a estar ayudando, desde algo que me apasiona como la construcción y el manejo de vehículos, a conservar y recuperar poblaciones de especies silvestres en la provincia, en Argentina y hasta en Chile! donde hemos translocado choiques para apoyar un programa de reintroducción en el Parque Nacional Patagonia”.

Su historia, como la de tantos otros que hacen posible la conservación en la Patagonia, muestra que para sostener los proyectos más innovadores, además de la ciencia y las ideas, se necesitan manos capaces de hacerlas realidad.

“El trabajo en equipo y la garra que le pone cada compañero es algo que valoro mucho. Hay días de viento, nieve, frío, pero todos estamos ahí, tirando para el mismo lado”, dice y agrega que “apoyar la creación de áreas protegidas vinculadas a la comunidad y al turismo, sabiendo que estoy poniendo mi granito de arena para combatir la extinción y el cambio climático, es lo que quiero seguir haciendo”

Fotos: Horacio Barbieri, Franco Bucci
Texto: Daniela Mancilla