Durante tres días, los senderistas recorrieron los cañadones a través de los senderos del Parque, conocieron la imponente Cueva de las Manos y participaron de charlas sobre el proyecto de restauración del entorno natural del Parque Patagonia en el nuevo Centro de Interpretación y Planetario. 

Con un promedio diario de quince kilómetros —los más aventureros llegaron a recorrer veinticuatro—, los caminantes fueron acompañados por guías locales que compartieron la rica historia e interpretaron la geografía y biodiversidad de la región. Todos los guías coincidieron en que la gente se maravilla con la imponencia del paisaje, en especial con los cañadones y las huellas de los antiguos habitantes en la Cueva de las Manos.

“Desde que se formó el Parque Patagonia tenía ganas de visitarlo con un grupo de amigos ciclistas. Este año finalmente lo logramos y fue espectacular. El Parque superó todas nuestras expectativas. Cada sendero era más hermoso que el anterior, y la organización del evento fue excelente. Conocer el lugar con guías locales le dio un toque especial y auténtico a la experiencia”, compartió Eleonora, una entusiasta participante de Buenos Aires.

Uno de los momentos que seguramente perdurará en el recuerdo fue el encuentro con el amo de los cielos patagónicos: el cóndor andino. El grupo había llegado a la cima del cerro Amarillo, cuando fueron advertidos por la presencia de un cóndor, que podían observar desde arriba. “Estábamos comiendo y al principio vimos uno, después otro, y otro. Nos paramos para mirarlos. Desde arriba podíamos verlos volar e identificar sus tonalidades, sus collares blancos. Después vimos que se acercaban más, yo conté hasta diez. La sensación fue muy emocionante”, relata Eleonora.

Los senderistas recorrieron los impresionantes paisajes de la región a través de una red de senderos de acceso libre durante todo el año. La experiencia se enriqueció con la inauguración de temporada de los campings, el almacén de campo y proveeduría La Señalada, y la acogedora hostería La Posta de los Toldos, que proporciona comodidad y calidez a la aventura de la naturaleza. Toda esta infraestructura, diseñada y ejecutada bajo los mayores estándares de calidad por Freyja Foundation junto con Rewilding Argentina, busca fomentar el desarrollo de actividades de turismo de naturaleza en el Parque Patagonia.

Guillermo, otro apasionado senderista que viajó desde El Bolsón, contó: “El lugar, la gente, la pasión que tienen por la Patagonia, todo es increíble. Me impacta la imponencia del lugar, los cañadones, la historia de la formación, el origen de todo esto y principalmente, el significado de este lugar para toda la Patagonia, porque ahí están insertas las impresiones de quienes nos antecedieron”.

Guillermo adaptó una camioneta con un camper que él mismo fabricó: “Esto tiene que ver con el espíritu de aventura y, en mi caso, me propuse conocer hasta el último rincón de la Patagonia mientras pueda hacerlo, así que la camioneta y el camper tienen ese fin: poder alcanzar lugares inhóspitos”.

“Me voy maravillado por esta experiencia y por la conexión que sentí con los antiguos habitantes de este sitio. Es maravilloso el lugar, la gente que propone esto, el laburo que hacen, la perfecta organización que hubo es increíble. Acá hay algo más que el espíritu de un simple grupo de gente que decide hacer algo: acá hay esencia, acá hay ganas, acá hay amor y acá hay pasión por la Patagonia”.

El Encuentro de Senderismo fue, sin dudas, un éxito rotundo, gracias a la belleza natural del Parque Patagonia y también a la pasión de los participantes por explorar y preservar este tesoro natural.